Love is her best dress.

She never find a night good enough to wear it.

jueves

anticipo de primavera

-¿Estás enamorada? 
Era muy suyo mirar a los ojos y formular una pregunta que de repente llevaba cualquier conversación a niveles de profundidad inesperados.
-Me encantaría saber de qué estás hablando. -y se rió despacito.
Era muy de ella desviar la mirada y evadir las profundidades que le hablaban con un poco de ironía. Se autoboicoteaba generosamente, lo sabía, pero también despejaba un metro cuadrado de cielo con su risa. A veces.
Esta vez, la respuesta fue brumosa.
Él dejó que el espesor del microclima se acumulara a su alrededor y cebó otro mate, acariciando cada detalle del proceso con delicada atención. 
Se lo pasó con una mirada afilada, tratando de decodificar el silencio.El filo la rozó y se sintió herida, y recibió la infusión con un gesto que construía un escudo impenetrable. Y no salió de allí por varias horas. 
La brisa pronto se volvió viento y la tarde primaveral exigió refugio o abrigo. El frío que algunas noches los había acercado esta vez atraía el fin del encuentro. El tiempo no sobraba, ni siquiera en esos tiempos, así que el resto de la tarde fue una despedida sin peros.
Siempre se había considerado torpe en la oralidad pero un mensaje virtual le resultaba excesivamente mezquino. Así que escribió una frase en un cuadrado de papel rosa y lo guardó en el bolsillo del morral.
Al día siguiente era domingo y procrastinando pilas de apuntes y otras oportunidades perdidas de antemano, atravesó la secuencia de transportes públicos, caminó despacio, pasó el mensajito por debajo de su puerta y huyó. Otra vez. 


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